viernes, 11 de septiembre de 2015

CONFERENCIA EN ARGENTINA


Participación del Dr. Carlos Bellido, Director Ejecutivo del Centro de Estudios del Juego Patológico (CEJUPA) en Congreso en Argentina con el tema: Turismo de Casinos en Panamá y su Relación con la Ludopatía.








RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL Y LUDOPATÍA

En el mundo, la responsabilidad social empresarial (RSE) es un modelo de gestión que se aplica en función de la nueva tendencia global del desarrollo sostenible. Sus actividades descansan en tres pilares: económico, ambiental y social.
Resultado de imagen de responsabilidad social empresarial en panama
La responsabilidad económica implica crear sólidas estructuras empresariales; la ambiental tiene como objetivo la reducción del impacto en el ecosistema, mediante una producción más limpia al igual que con el manejo eficiente de las materias primas y la energía; y la social se asocia a la mejora de las condiciones laborales y al fomento de las inversiones de carácter social.

En Panamá se han logrado importantes avances al respecto, sobre todo, a través de la organización Sumarse, que impulsa la RSE en 200 empresas y organizaciones que se han fijado esta meta por medio de actividades de capacitación e intercambio de buenas prácticas empresariales en los tres aspectos descritos.

Respecto al pilar social, en otros países, sobre todo en Europa, aquellas compañías vinculadas a los juegos de azar han obtenido grandes logros mediante la aplicación de medidas para proteger al público de los efectos negativos que se derivan del juego compulsivo, y se ocupan de que este siga siendo un entretenimiento. Se han comprometido con hacer docencia sobre el juego responsable, ya sea con folletos informativos, empleados que ayuden a los jugadores a reflexionar sobre su comportamiento; asesoría profesional a través de una línea directa de ayuda; apoyo en el ámbito académico e investigativo, mediante congresos y simposios dictados por expertos nacionales e internacionales que muestran las tendencias para tratar la ludopatía y su prevención.

El 95% de la población panameña participa de algún tipo de juego de azar como alternativa de recreación, entretenimiento y distracción, algo que a primera vista no es del todo negativo. Sin embargo, las actuaciones irracionales de algunos administradores de juegos de azar e inclusive de la propia Junta de Control de Juegos, son criticadas por la sociedad. Por ejemplo, permitir la apertura incontrolada de casinos en áreas geográficas con población de bajos recursos que, por seguir el sueño mágico de obtener dinero fácil, comprometen los pocos recursos económicos que tienen. Esto los lleva a experimentar consecuencias que se traducen en violencia doméstica, quiebra económica, delincuencia y prostitución, entre otros problemas.

Sería interesante que los administradores de juegos de azar, tanto del sector privado como del público (Lotería Nacional de Beneficencia), sean conscientes de la importancia que tiene la responsabilidad social empresarial para la prevención y control de la ludopatía en Panamá. Aunque las autoridades no lo reconozcan, se trata de un serio problema de salud pública, que afecta entre 30 mil y 40 mil panameños.

sábado, 22 de agosto de 2015

Asamblea Nacional de Panamá discutirá Proyecto de Ley para la Prevención y Tratamiento de la Ludopatía


El 29 de julio de 2014, el Honorable Diputado Diego Lombana presentó ante la Asamblea Nacional de Diputados de Panamá, el Proyecto de Ley 021 que establece la prevención y el tratamiento de la Ludopatía. Este proyectó nació con el propósito de crear un registro de autoexclusión voluntaria o por prescripción médica de las personas ludópatas. Sin embargo, gracias a la participación ciudadana, en nuestro caso, del Centro de Estudios del Juego Patológico (CEJUPA), logramos hacer algunas sugerencias y recomendaciones adicionales para enriquecer esta Ley, y hemos visto con mucha satisfacción que la mayo parte de ellas han sido incluidas en este Proyecto de Ley, principalmente en lo que se refiere a una mayor participación del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), el Ministerio de Salud (MINSA) y los gobiernos locales, a través de la ejecución de programas de sensibilización y divulgación. También se crea la Comisión de Juego Responsable para poner un mayor control a la proliferación indiscriminada de salas de juegos, principalmente en áreas geográficas con una población de bajos recursos económicos. Lo que buscamos es que exista una Ley que proteja a la población panameña de esta enfermedad. Nuestra organización seguirá muy de cerca la discusión de esta Ley y confiamos en que pronto sea Ley de la República.

sábado, 3 de mayo de 2014

Legislación de Juegos de Azar en Panamá

PANAMÁ: NUEVA LEY DE JUEGOS DE AZAR
UNA PRIORIDAD IMPOSTERGABLE
Carlos Bellido
Catedrático Universitario

En Panamá se apostaron dos mil 945 millones de dólares en 2013, experimentando un incremento de 10.2% con respecto a las apuestas del año anterior. Este mismo año, la Junta de Control de Juegos obtuvo ingresos de 80 millones de dólares provenientes de los casinos completos, salas de máquinas tragamonedas y otros juegos, mientras que la Lotería Nacional aportó al Estado otros 92 millones de dólares.

Entre los años 2010 y 2014, la proliferación de actividades relacionadas a los juegos de azar ha sido descomunal e incontrolable, bajo la mirada cómplice de una Junta de Control de Juegos que parece responder en mayor medida a los intereses económicos de los grandes operadores de juegos de azar, y no al bienestar de la población panameña, que cada vez más se está quedando atrapada en las garras de la ludopatía, con serias consecuencias sociales como la desintegración familiar, actos delictivos, improductividad laboral, bajo rendimiento académico de los estudiantes, suicidios, entre otros.

Durante este período se aprobaron 8 casinos completos, 1 sala de máquinas tragamonedas, 6 agencias de apuestas de eventos deportivos, 6 salas de bingos, 1 bingo televisado y 1 lotería instantánea o raspadito. También se renovaron los contratos de 5 agencias de apuestas de eventos deportivos y 26 salas de máquinas tragamonedas. En este último caso, se extendieron los contratos hasta el año 2033, y lo más inconsistente de todo, es que muchas de ellas operan en áreas geográficas donde residen o laboran un importante segmento de la población con bajos recursos económicos.

Hay diversos temas que reformular, y que guardan relación con la ubicación geográfica de las salas de juegos (lejos de escuelas, hospitales, iglesias, universidades, centros comerciales, etc.); con el incremento de la participación del Estado en los ingresos brutos de los operadores; con el destino social que se le debe dar a estos recursos millonarios (prevención y rehabilitación de la ludopatía, educación y viviendas de interés social); y con mayores exigencias a los operadores para que presenten un Plan de Mitigación de los efectos negativos colaterales que genera la actividad, principalmente en el tema de la ludopatía.

Estamos viviendo un momento político importante, que marca una oportunidad para que los nuevos gobernantes promuevan una revisión integral de la actual Ley de Juegos de Azar de Panamá, que a nuestro juicio, ofrece mayores ventajas a los grandes capitales extranjeros y a sus socios locales, que presionan política y financieramente para influir en el otorgamiento de las licencias, y menos ventajas al Estado y a la población panameña.

viernes, 2 de mayo de 2014

ludopatiaenpanama supera las 3000 visitas

Cada vez mas nos sentimos complacidos de que los comentarios y publicaciones que aparecen en el blog ludopatiaenpanama esten traspasando fronteras, lo que muestra fehacientemente que estamos ante una adicción globalizada. Nuestra página ya registró algo más de 3 mil visitas en 17 países del mundo. El 51% de las visitas corresponden a Panamá, 19% a Estados Unidos, 17% a América Latina y 13% en Europa. Esto nos da un aliciente más para seguir contribuyendo con la prevención de este flagelo social que se llama Ludopatía.

Donación de Libros sobre Ludopatía

En el marco del programa de prevención de la ludopatía o adicción a los juegos de azar que viene desarrollando el Profesor Carlos Bellido en la comunidad, recientemente se llevo a cabo la donación de algunos ejemplares del Libro Casinos. De la Diversión a la Adicción, a la Biblioteca de la Facultad de Enfermería del Centro Regional Universitario de Azuero. Este libro es utilizado como referencia bibliográfica por los estudiantes de enfermería, psicología y ciencias afines.


sábado, 19 de octubre de 2013

Charla de Ludopatía en Tres Quebradas

El pasado 12 de septiembre de 2013, el Profesor Carlos Bellido presentó una charla sobre Los Efectos Negativos de la Ludopatía a un grupo de pobladores de la comunidad de Tres Quebradas, en la Provincia de Los Santos. A la misma asistieron tanto personas adultas como niños y adolescentes, que escucharon detenidamente las explicaciones. Este evento forma parte de una serie de charlas y conferencias que viene realizando el Profesor como parte de su Programa de Prevención de esta adicción, que cada vez más está atrapando a las personas.



Charla de prevención de ludopatía a niños y adolescentes
de la comunidad de Tres Quebradas


lunes, 24 de junio de 2013

Ludopatía en estudiantes panameños

El Magíster Carlos Bellido participó como conferencista en la Semana de la Psicología, celebrada en la Facultad de Psicología de la Universidad de Panamá el 21 de junio de 2013. En este evento académico el Magister Bellido presentó los principales hallazgos de su investigación sobre la relación existente entre la Ludopatía y el uso de las tecnologías de la información y comunicación por parte de los estudiantes de educación media de la Provincia de Herrera (Panamá).


El Magíster Bellido señalo que el 48% de los estudiantes encuestados hacen algún tipo de apuestas, principalmente a través de móviles y videojuegos.  En esta investigación se encontró que el 81.4% de los estudiantes se clasifican como jugadores sociales o sin problemas, mientras que el 12.9% se catalogan como jugadores en riesgo y 5.8% como jugadores problema.

Con respecto al sexo, se observó que ocho de cada diez estudiantes de sexo masculino se catalogan como jugadores problema frente a dos mujeres. En el caso de los jugadores en riesgo, esta característica se observó en siete de cada diez estudiantes de sexo masculino y tres del sexo femenino. Asimismo,  la implicación en el juego de los hombres es significativamente mayor que la de las mujeres. No juegan o no tienen problemas de juego el 70.7% de los hombres ni el 90.0% de las mujeres. En el grupo de los jugadores en riesgo, el 19.4% son hombres y el 7.6% mujeres. En el grupo de jugadores problema hay un 9.9% de hombres y sólo un 2.4% de mujeres.

Para evaluar el rendimiento académico se evaluó el número de materias fracasadas por el estudiante en el anterior curso académico. En la investigación se reflejan fuertes indicios de una relación directa entre tener mayores problemas con el juego y el mayor número de materias fracasadas en el curso pasado. Las puntuaciones oscilan de una media de 0.68 fracasos en los no jugadores o jugadores sociales, incrementándose a 1.59 en el caso de los jugadores en riesgo y a 2.30 en los jugadores problema.

En el estudio se analizó la influencia que tienen  los padres  de los estudiantes que apuestan mucho en juegos de azar. Es este sentido, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los tres grupos de jugadores, llegándose a la conclusión de que un porcentaje significativo de los padres de los estudiantes con problemas de juego tienen una aptitud muy marcada hacia las apuestas en juegos de azar.

Los hallazgos de este estudio demostraron que existe una alta relación entre las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y la prevalencia de Ludopatía en estudiantes de nivel medio, por lo que se hace necesario aplicar estrategias efectivas para que los estudiantes hagan un manejo adecuado de las TIC.

En virtud de lo anterior, el estudio recomienda que bajo la directriz del Ministerio de Educación se debe elaborar un plan integral de capacitación a los estudiantes de nivel medio del país en el uso adecuado de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para evitar el acceso a juegos de azar. Además, es necesario que las autoridades educativas empiecen a concienciar a los padres de familia  sobre la gravedad del problema del juego patológico. En base a los resultados obtenidos en esta investigación, se pone de manifiesto la necesidad de informar a los padres sobre las consecuencias negativas del mal uso de las TIC y su estrecha relación con los juegos de azar online.

jueves, 6 de junio de 2013

Esperanza para un ludópata

Recibí recientemente el siguiente comentario de un lector como respuesta a la publicación "Ludopatía y Suicidios":

"La temática tratada, es correcta, me hace llorar, quiero salir de este vicio y no tirarme de ningún tren, ni de un tiro. Pero como Ud. dice el gobierno no hace nada por esto, el que se quiere curar es difícil, si en cada esquina hay un casino para entrar, por donde caminas hay uno, no entiendo, porque hay tantos y no se controla, hay que hacer algo por esto. Y yo quiero salir de esto". (Anónimo)

Se me hace obligante reflexionar profundamente sobre este tema, que en realidad demuestra fehacientemente el daño, algunas veces irreparable, que puede producir la ludopatía si no es detectada y tratada a tiempo.

En primer lugar, tenemos que aceptar, por ahora, la indiferencia total del Estado hacia un creciente problema de salud pública como lo es la ludopatía. Los gobiernos han optado por dejarse seducir del poder político y económico de los grandes emporios que controlan los juegos de azar y abandonado a su propia suerte a las personas que padecen de esta enfermedad.

Por lo anterior, no debemos poner muchas esperanzas en que el Estado tome medidas adecuadas para proteger a su población de este cáncer moderno que está destruyendo a la sociedad. Esto nos lleva a señalar que una recuperación efectiva dependerá de las acciones que emprenda el propio individuo, lógicamente con el apoyo que le puedan brindar los profesionales de la salud, su familia y amigos. Pero en principio, es el mismo afectado que tiene que dar el primer paso de muchos que debe seguir para poder dejar atrás este infierno que vive. Siempre insistimos de que la recuperación es un proceso que no se logra de la noche a la mañana. Es largo y lento. Hay que ser paciente y persistente.

Hay que buscar la forma de romper esa cadena que se inicia con las apuestas, luego sigue con la ruina económica, la desintegración familiar, la pérdida del empleo, los actos delictivos, entre otros, para luego pasar a la depresión que es lo que puede llevar en última instancia al suicidio.

¿Cómo puede romperse esa cadena?A lo largo del tiempo está demostrado que el primer paso que debe dar una persona para iniciar su proceso de recuperación es RECONOCER CON HUMILDAD Y DE MANERA SINCERA Y HONESTA QUE SU VIDA HA SIDO INGOBERNABLE debido a su forma irracional y descontrolada de apostar. Reconocer que ya no es un jugador social sino que ha cruzado la línea y se ha convertido en un jugador patológico o ludópata. Reconocer que si continua jugando o apostando, irremediablemente caerá en una fase de depresión profunda que lo puede llevar al camino sin retorno del suicidio.

Quiero ser honesto con ustedes mi estimados lectores. Suena muy bonito y romántico lo que les acabo de señalar, pero creánme que si hay algo muy duro y difícil para un ludópata es dar este primer paso. Conozco de personas que se están recuperando que les ha llevado años en dar este primer paso, inclusive, han recaído en algún momento y se han vuelto a levantar. Lo importante es que si lo dan empezaran a ver resultados que mejoraran su calidad de vida. Y cuando hablo de calidad de vida no me refiero únicamente a la calidad de vida material, sino también a la calidad de vida espiritual y moral. INTÉNTELO.

Cuando la persona ludópata haya dado ese importantisimo primer paso, inmediatamente tiene que entrar en una abstinencia total y absoluta con respecto a las apuestas. Tiene que acostumbrarse a pensar que para ella, hacer una apuesta significa tomarse un veneno: APUESTAS = CIANURO. Si usted toma cianuro se muere. Si usted apuesta también mueren todos sus sueños y esperanzas de tener una vida plena y llena de cosas buenas.

Empiece a cambiar su forma de pensar y actuar. Empiece a cambiar su estilo y patrones de vida. Busque ayuda profesional, empiece a revisar su parte espiritual, hable y apóyese en su familia, maneje la menor cantidad de dinero posible (salga de su casa con el dinero que realmente necesite para atender sus asuntos).

Un consejo importante. Alejese de personas, lugares o cosas que guarden relación con el juego. Si una persona lo invita a un casino o sala de apuestas, digale que NO y adviertale que usted ha dado su primer paso en la recuperación. Si la persona insiste, definitivamente que no lo aprecia y lo quiere ver siempre metido en un pozo profundo. Si usted tiene que pasar cerca de un casino para ir a su casa o su trabajo, busque una ruta alternativa lo más lejos posible de esas engañosas luces de neón que lo incitan a entrar y tomar nuevamente el CIANURO. Cuando se vea tentado a entrar a estos sitios no deje de recordar que jugar ya no significa para usted música, alegría y romance. Solo le trae enfermedad, desolación y ruina.

Otro de los grandes problemas que tiene un ludópata son las grandes deudas que adquiere. Uno de los principales motivos por los que esta persona decide suicidarse es por la impotencia de poder hacerle frente a estos pagos. El ludópata tiene el pensamiento mágico de que un día dará un golpe de suerte y ganará tanto dinero que podrá pagar todas sus deudas y todo volvera a la normalidad. Pues le tengo una mala noticia. "ESO NUNCA SUCEDERÁ". No sucederá porque usted no está tratando con novatos. Los casinos y salas de juego tienen todos los recursos financieros y humanos ilimitados a su disposición para que usted pierda mucho y si gana, gane poco. Ellos no se pueden dar el lujo de perder, eso es pecado para ellos. Tómese un tiempo y busque las estadísticas de dinero apostado en los últimos cinco años en juegos de azar en su país. No debe sorprenderle que sus ganancias estén creciendo geométricamente y lo seguirán haciendo, con su dinero, con la comida de su familia, con la cuota del colegio de su hijo, con la planilla de los empleados, con su salario, etc. etc. etc. DESPIERTE DE ESA PESADILLA. El mejor consejo que le puedo dar es que se acerque a sus acreedores y les diga la verdad. "NO LES HE PODIDO PAGAR PORQUE SOY UN ADICTO A LOS JUEGOS DE AZAR". Demuestrele con hechos que usted esta dispuesto a dejar toda esa pesadilla atrás y que realmente ha iniciado su proceso de recuperación. Quizás usted piense que ellos lo insultarán, le gritaran y que otras cosas le harán. Quedará sorprendido cuando se de cuenta que ellos entenderán su situación y estarán dispuestos a llegar a un arreglo con usted siempre y cuando les empiece a pagar dentro de un arreglo justo y sus posibilidades económicas. Pasará el tiempo, y sin usted darse cuenta habrá pagado sus deudas y se sentirá liberado.

CREE USTED QUE VALE LA PENA BUSCAR LA VIA DEL SUICIDIO SIN INTENTAR EL INICIO DE SU PROCESO DE RECUPERACIÓN. PIENSELO Y REFLEXIONE. YO PREFERIRÍA ESTA ÚLTIMA OPCIÓN. SÁLGASE DE ESE POZO. AÚN ESTÁ A TIEMPO.





domingo, 17 de marzo de 2013

Juego patológico en adolescentes

El Magíster Carlos Bellido, docente e investigador de la Universidad de Panamá, participó en el XII Congreso Puertorriqueño de Investigación en la Educación, organizado por  la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, llevado a cabo del 7 al 9 de marzo del 2013.

Aparecen en la foto el Profesor Carlos Bellido con la Decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedra, Dra. Juanita Rodríguez Colón.

Este evento tuvo como objetivo difundir la investigación en la región de América Latina y del Caribe, bajo el tema central: “Competencias del siglo XXI: tendencias, debates y controversias en la educación”. 

El Magíster Bellido compartió con los participantes del evento el tema “Impacto de la Prevalencia de Ludopatía en los Estudiantes de Nivel Medio en Panamá”. Esta ponencia fue el resultado de un proceso investigativo dentro de la Universidad de Panamá y se enmarcó dentro del subtema “Educación para la Salud: Visiones y Polémicas.

En este Congreso Internacional participaron reconocidos expositores de la Universidad de Puerto Rico, Universidad de Valencia (España), Universidad de Texas, Universidad de Massachusetts, Metropolitan State University, Universidad de Nueva York, University of Illinois, Universidad del Norte (Colombia), Universidad Autónoma de Bucaramanga (Colombia), Universidad de León (España), Universidad de Puebla (México), Universidad Nacional de Los Llanos (Venezuela), Universidad de Granada (España), California State University, Texas University, Instituto Técnico Central (Colombia), University of Southern Florida, Universidad Médica de la Habana (Cuba), Universidad Autónoma de Baja California (México), Universidad de Magdalena (México), Universidad Católica de Santo Domingo (República Dominicana), Universidad Iberoamericana (República Dominicana), Virginia London School, Universidad Nacional de Colombia, Instituto Tecnológico de Monterrey (México), y Universidad de Panamá.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Ludopatía y suicidios

La ludopatía es más grave cuando nadie la reconoce como problema de salud pública. El juego es para el jugador la ilusión de un  premio, para el Estado parte de sus finanzas,  para los dueños de las salas de juego, lucro incesante, y para algunos que lo pierden todo, el suicidio.

En Canadá, ocurren entre 200 y 400 suicidios por año que están relacionados con el juego. Un estudio llevado a cabo en 2003 en el Centro de Investigación y Prevención del Suicidio de la Universidad de Hong Kong, determinó que los problemas económicos relacionados con las apuestas incidían en más de uno de cada cuatro de los suicidios ocurridos precisamente en Hong Kong. En Venezuela, según reportan las estadísticas, 5% de la población adulta sufre de ludopatía, y de ese 5%, el 15% es propenso a cometer suicidio. En Colombia hasta 90% de los ludópatas piensan en el suicidio como solución a sus problemas familiares y sociales, a sus deudas. De ellas, un 50% lo intenta y entre 10-20% muere por esta causa.

Un intento de suicidio causó conmoción en un lugar público. Hasta allí no parece haber nada extraordinario, y más tomando en cuenta la frecuencia con la que se dan los auto atentados, con la cotidianidad en que los suicidios consumados aparecen en las noticias. El caso en referencia alude a una mujer de 41 años que intentó quitarse la vida dentro del baño de un local de apuestas; todo indica que se trataba de una ludópata que al ir perdiendo decidió terminar con su vida.

En otro caso, Jesús era representante comercial para Colombia y Ecuador de una empresa multinacional de productos de aseo personal. Cada vez que iba a Cali solía jugar en los casinos del centro. Su madre recuerda que una vez se quedó tres días en la ciudad, supuestamente finiquitando unos negocios. Llegaba a la madrugada a la casa y al mediodía volvía a salir. Así lo hizo dos días y dos noches hasta que la tercera noche, ya de madrugada, llegó a su casa y se disparó un tiro en la cabeza.

Le había jugado 16 mil 500 dólares a las cartas y la ruleta y los había perdido. La primera noche perdió 4 mil dólares, la segunda noche 8 mil dólares. Y, la tercera, se jugó el dinero que había recogido de la compañía, tratando de recuperar lo que había perdido las dos noches anteriores. La única salida que encontró a su tragedia fue el suicidio.

Franco Grassi, un italiano de 56 años, se suicidó y asesinó a su mujer y su hijo, debido a la depresión que le había causado la pérdida en el juego. Desde hace algún tiempo apostaba enormes cifras a la Lotto de Venecia. Igual le ocurrió a una mujer, que se suicidó arrojándose desde el balcón de su casa después de haberse gastado todos los ahorros de la familia en el juego de la Lotto, como confesaba en una carta dejada al marido.

A Juan Carlos la ludopatía lo destruyó. Se aproximaba la noche buena, faltaban tres días para ese día. Juan Carlos era un hombre con principios y de una familia ideal. Caminaba por el centro de la ciudad y de casualidad paso por la puerta de un casino. Él era un jugador esporádico o lo que le llamamos jugador social, esos que prueban suerte una vez al año. Sin darse cuenta que el gran monstruo lo iba a atacar, entro a la sala de juego y se sentó a jugar las ruletas electrónicas. Él nunca se  imagino el final. En tres horas de juego había perdido todo el dinero destinado a las fiestas navideñas de su hogar, tanto el efectivo que llevaba y el dinero que sacó del cajero automático que estaba en el casino.

Tomás su hijo de 11 años esperaba una playstation (videojuego), su hija Camila de 6 años esperaba su primera bicicleta a rueditas y su esposa un nuevo televisor. La tarde del 24 de diciembre fue muy desesperante, por lo cual recurrió a un amigo del trabajo al cual le pidió dinero prestado, el cual le dieron, pero seguía siendo muy poco para lo que tenía que hacer. Volvió a jugar lo prestado y el diablo no le perdonó y perdió todo. Perdió a su mujer, a sus hijos y también perdió su vida cuando decidió lo peor, paso el tren y se tiró.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Legislación de Juegos de Azar: Tema de Salud Pública

Según mis estimaciones (basada en investigaciones científicas), en Panamá debe haber por lo menos entre 25 mil y 30 mil personas con problemas de juego patológico o ludopatía (adicción a los juegos de azar), considerada como un trastorno reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que lo recoge en su clasificación Internacional de Enfermedades en el año 1992.

Las consecuencias de este trastorno se observan en el área personal de individuo, cuando empieza a sentirse muy mal por todo el dinero malgastado, las deudas se van acumulando progresivamente, comienzan los problemas laborales, se van perdiendo  las amistades a las que se ha acudido para conseguir dinero y a las cuales ya no se les puede devolver, cometan hurtos, robos, falsificación de cheques u otras conductas delictivas que no hacen más que complicar su ya delicada situación y acarrean consecuencias legales que además tiene consecuencias directas también en su entorno familiar, social y laboral.

Las máquinas tragamonedas generan el 54% de la ludopatía en la población panameña, la lotería el 25% y el resto por otros juegos de azar. Lo anterior significa que hay que poner mayores controles a la apertura de salas de juegos que tienen Máquinas Tragamonedas. Pese a ello, aún persiste una desenfrenada proliferación de salas de juegos, muchas de ellas en barrios marginales del país, con una población que apenas disponen de lo necesario para sobrevivir.  

Los operadores de los juegos de azar tienden a defenderse argumentando que sus principales clientes son turistas. Qué falacia más grande. Entre el 80% y 90% de las apuestas son realizadas por los nacionales, mientras que los pocos turistas que juegan lo hacen por diversión y con poco dinero, por lo que no son un segmento atractivo para estos negocios. ¿Creen ustedes que un turista acude a visitar una sala de máquinas tragamonedas en el Chorrillo, Santa Ana, Calidonia, Tocumén, 24 de Diciembre, Juan Díaz, Arraiján, La Chorrera, Penonomé, Aguadulce, Chitré, Las Tablas, Santiago, David, entre otros. La Junta de Control de Juegos lo sabe muy bien pero es cómplice del silencio.

Para algunos Diputados, que se que le están dando vueltas a revisión integral a la legislación en materia de juegos de azar, les puedo hacer algunas recomendaciones.

En primer lugar, hay que ser más selectivo en la ubicación geográfica de las salas de juego. Por ejemplo, en otros países los permisos se le otorgan a hoteles de primera categoría y se respetan las distancias entre una sala de juego y otra, que inclusive llega a ser de varios kilómetros (aquí se encuentran uno al lado de otro). Además, en Panamá la Ley señala que no deben estar a más de 100 metros de una iglesia, escuela u hospital (hay lugares en que no se cumplen estas normas).

En materia de tasas e impuestos a esta actividad, considero que el Estado debe aplicar una política más rígida que la actual. La participación en actividades de juegos de azar se considera como un servicio suntuoso o de lujo y no como un servicio necesario para la población. Desde el punto de vista de la teoría económica, si usted le sube impuestos a un bien de lujo, solamente las personas que tienen los recursos económicos podrán seguir consumiéndolos a pesar de sus altos precios y los que no los tienen lo más probable es que no lo harán.  La llave en mano se puede incrementar a US$2,000,000 y la participación del Estado en los ingresos brutos podrían subir entre un 25% y 30%.

Parte de estos ingresos recaudados por el Estado se deben destinar al apoyo de Programas de Prevención y Rehabilitación de la Ludopatía. Estos recursos servirían para crear instalaciones de atención primaria en salud mental con la contratación de especialistas en el área (psicólogos, psiquiatras, médicos, enfermeras, trabajadores sociales etc.), así como apoyar a organizaciones no gubernamentales que desarrollen programas de prevención a través de la educación y tratamiento con grupos de autoayuda.

Además, la modificación a la normativa debe exigir a las salas de juego la implementación de planes y programas tendientes a prevenir la ludopatía, lo cual debe ir acompañado de la entrega a los usuarios y jugadores que ingresen a las salas de juego de folletos explicativos sobre el juego responsable y obligar a toda sala de juego a exhibir públicamente advertencias de los daños que puede provocar la ludopatía en la salud de las personas, al igual que como se hace con el cigarrillo y el alcohol.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La Cocaína del Juego

Pitt y Sittman diseñaron en Nueva York las primeras máquinas tragamonedas en 1891. Tenían cinco tambores y cada vuelta mostraba una mano de póquer. No tenían manera de pagar nada, por lo que era necesario que los propietarios diesen el premio, dependiendo de la mano de póquer sacada. Lógicamente, faltaban algunas cartas para evitar que se hiciera un royal flush.

En San Francisco, Charles Fey creó la Liberty Bell y la llamó slot machine. Tenía como símbolos estrellas, herraduras, naipes de cartas como diamantes, picas (flor negra) y corazones, frutas como cerezas y limones y el número siete, que inclusive se ven hoy día en las máquinas electrónicas. El famoso gangster Bugsy Siegel introdujo en su casino Flamingo una máquina de slots nueva y mejorada.

En los años sesenta, el diseño de las slot machines se había tornado completamente eléctrico, con la finalidad de hacerlas más fiables y difíciles de engañar. Entre los años setenta y los ochenta, las slots empezaron a utilizar microchips. Actualmente, las slots están totalmente computarizadas y programadas, y existen otras innovaciones como las slots progresivas, que prometen enormes premios entre las máquinas que están interconectadas entre diversos casinos, estados o provincias, todas compartiendo el mismo premio. También hay slots multilínea y con video y sonidos. En 2005, en todos los casinos del mundo había cerca de un millón de máquinas tragamonedas. Solamente en Estados Unidos operaban el 70% de ellas. Hoy en día deben tener muchas más.

En este juego, la ventaja del casino sobre el jugador es muy alta y las probabilidades que éste último obtenga un buen premio son remotas. El jugador se encuentra en una especie de cuarto oscuro con una venda en los ojos y amarrado, lanzando golpes a ciegas contra un gigante. Es un juego que devora dinero a una velocidad tan vertiginosa, que jugar más de una hora es un lujo, y tenga la plena seguridad, que el que pasa de ese límite debe estar perdiendo mucho dinero.

Los jugadores de máquinas ignoran que se están enfrentando con una computadora que está programada para seguir las instrucciones que se le introducen, y que en la mayoría de las veces repite las mismas jugadas que no marcan ningún premio. Inclusive, funcionan en red. En algunos casinos usted puede ir a la caja, paga en efectivo o tarjeta de crédito, y le programan automáticamente el crédito desde una computadora central. ¿Será que el pago de premios también está controlado?

En una ocasión, en un reconocido casino de la ciudad de Panamá, un ciudadano asiático ganó un premio de 14 mil dólares en una máquina tragamonedas. Por alguna razón que desconocemos, la máquina borro el premio de la pantalla y los representantes de los casinos se negaron a pagar el premio. Este caso está actualmente en un litigio legal.

Tenga presente que, en promedio, de cada diez dólares que usted introduce en una máquina tragamonedas, entre cuatro y cinco dólares se quedan en los casinos, mientras que el resto, o se lo devuelven a usted o sirven para pagarle el premio a otros jugadores.

Las máquinas pagaran después de tener un ingreso de dinero determinado. Por  increíble que parezca, puede llegar un fortuito jugador y ganar un premio alto en la primera jugada y decir, jubilosamente y lleno de orgullo, “esto si me gusta, vale la pena venir a jugar, tengo mucha suerte”. Lo que no sabe es que para ganarse ese premio, los jugadores que lo antecedieron en esa máquina tuvieron que introducir mucho dinero, en una proporción mayor de la que él se ganó.

Hay máquinas tragamonedas de toda clase y de varias denominaciones. El mundo de la computación avanzada ha llegado a este campo, que en realidad usted puede tener indirectamente en una sola máquina otras más. La explicación es muy sencilla. Tienen un comando en el programa llamado “change denomination” o cambio de denominación, que permite hacer jugadas iniciales de un centavo, pero luego se pueden cambiar a otra denominación (por ejemplo: cinco centavos, diez centavos, o un dólar) sin necesidad de que la víctima se mueva de la máquina.

Llegará el día en que se fabriquen máquinas tragamonedas que regalen gaseosas o sándwiches para que el jugador ni siquiera vaya a almorzar o cenar. La idea es mantenerlo entretenido y gastando dinero a la mayor velocidad posible y sin ningún tipo de distracción. Tampoco es necesario que se levante a cambiar billetes por monedas. Las máquinas tragan billetes de todas las denominaciones, incluyendo de cien dólares. En las Vegas hay un refrán muy famoso que dice: “Aquí no existen los billetes menores de cien dólares, porque hasta el vendedor de hamburguesas de la esquina los recibe”. Ya no solamente son tragamonedas, han evolucionado más que eso.

 Los diseñadores de las máquinas tragamonedas conocen los mecanismos del comportamiento humano. Hay máquinas que tienen coloridas figuras que representan los famosos carnavales de New Orleáns, acompañados de música jazz; la playa con el agradable sonido de las olas del mar y el trópico con los exquisitos sonidos de aves y riachuelos. Todas resultan, por cierto, muy placenteras a la vista y a los oídos del jugador. No se extrañe si ve algún día una máquina con figuras de los carnavales tableños y aparezcan las comparsas, las murgas y las carrozas con las reinas de carnaval, y el fondo musical de los conjuntos típicos más populares del país. O que se pongan figuras de los equipos de fútbol de la liga europea con la sonada canción La Copa de la Vida, interpretada por Ricky Martín. Ya casi es una realidad. En Argentina, la firma Electrochance llegó a acuerdos con un famoso futbolista  y con un reconocido boxeador, para que sus caras aparezcan en las máquinas tragamonedas. Con toda seguridad, en un futuro no muy lejano, lograrán acuerdos parecidos con  grandes estrellas del deporte y del espectáculo mundial.

La imaginación es tanta, que ya se ha introducido en estas máquinas la última versión de la película King Kong (2005) del Director Peter Jackson, donde aparece peleando con un dinosaurio,  tirando abajo un avión de la fuerza aérea de Estados Unidos, pateando a los pobres automóviles que se le atraviesan en su camino, o sosteniendo en sus grandes manos a la bella Naomí Watts. Hasta ese momento todo se ve espectacular. Dan ganas de tomar una silla, pedir un buen trago y disfrutar de las famosas palomitas de maíz (si es que ya nos queda dinero).

Pero lo que sigue es horrible. Nos referimos a los desagradables y estruendosos ruidos que hace King Kong y que se escuchan a todo lo largo y ancho del casino. Provoca salir huyendo.  También aparecen algunas escenas de la famosa telenovela El Zorro, La Espada y La Rosa y todo parece indicar que tienen un lugar privilegiado en las máquinas tragamonedas para que el jugador se distraiga placenteramente y olvide, momentáneamente, la perdida monetaria que está experimentando.

Las máquinas traga billetes (aunque ahora los genios de marketing de los casinos han inventado llamarles paga monedas) tienen dos atracciones fatales para los jugadores. La primera, es un bono que otorga jugadas gratuitas si salen determinadas figuras. Los jugadores se obstinan más en obtener estos bonos que el propio premio mayor y no se mueven de la máquina hasta que logren su objetivo. Claro está que, la mayoría de las veces, no sobreviven y tienen que dejar de jugar porque se quedan sin dinero.

La segunda atracción es el premio automático, que consiste en que cada máquina no puede pasar de un monto determinado (digamos 500 dólares). Si la máquina marca en su pantalla superior esa cifra, el premio es otorgado automáticamente. Así le introduzcan una moneda de un centavo, pagará el premio. Los jugadores hacen filas para jugarlas porque se supone que es un premio seguro. En realidad no es tan así. En una ocasión una jugadora tuvo que darle de comer a uno de estos “monstruos computarizados”  la cantidad de mil 200 dólares para llevarla hasta los 500 dólares y recibir el pago automático. ¡Qué gran negocio!  Perdió 700 dólares.

Aunque usted no lo crea (believe or not), hay personas en los casinos que se dedican a observar y reservar estas máquinas para luego llamar a las casas o trabajos de los jugadores y decirles que la pantalla marca una cifra muy alta y que el premio está a punto de reventar. No importa la hora, pueden ser las dos de la mañana. Estos reservadores se han quedado hasta tres días y noches seguidas en un casino (con la misma ropa y casi sin comer) haciendo este tipo de trabajo, que sabemos, ha afectado su salud física y emocional.

Este juego es tan popular, que en algunos casinos importantes de Estados Unidos y Europa se realizan torneos de tragamonedas que ofrecen beneficios como premios en efectivo, tarifas especiales para los cuartos de los hoteles, fiesta de bienvenida, banquetes para la entrega de premios, sorteos con el número de entrada y rifas, bonos de comida etcétera. Las inscripciones empiezan desde los 10 dólares y pueden llegar a ser de algunos miles de dólares.

Hay máquinas tragamonedas diseñadas para todos los gustos y con tanta creatividad puesta en su fabricación, que se observa un trabajo muy creativo de sus diseñadores, quienes parecen no entender las secuelas negativas que ocasionan en el plano humano. Es lo mismo que sucede con los fabricantes de armas. Emplean a muchos genios y generan miles de plazas de trabajo, ayudando al sustento de muchas familias, pero al final del camino, las armas matan gente, así como las máquinas tragamonedas matan y truncan los sueños de superación y de mejores condiciones de vida de muchas familias, que tienen entre sus miembros a jugadores compulsivos.

 Las máquinas tragamonedas son tan adictivas, que su capacidad de atrapar a la gente es muy efectiva. Por eso algunos suelen llamarle “LA COCAÍNA DEL JUEGO”.  Cada jugada tiene un tiempo promedio de dos segundos y medio, en los que el jugador no puede reaccionar. La rapidez de la jugada le motiva constantemente a seguir jugando sin poder parar.

Ocupa el puesto número uno en el top ten azarino. Es donde aparece con mayor frecuencia el Síndrome Diabólico del Juego. Se refiere a que una persona que jamás ha entrado un casino y va por primera vez, siempre gana y se endulza. Lo que no sabe es que el duende maligno la estará esperando en la esquina con un garrote y así, cuando va por segunda vez que va, juega y pierde. Luego buscará ir una tercera y una cuarta y volverán a perder. Lamentablemente, a esas alturas del partido ya estará atrapada en las garras del juego.

Este fuerte potencial adictivo se caracteriza por:

·             Difusión: existen máquinas de este tipo en cualquier lugar: en bares, restaurantes, terminales de autobuses, etcétera.

·             Importe de apuestas bajo: por ejemplo, un centavo la jugada.

·             Inmediatez de refuerzo: el premio o la ausencia de éste se da de manera contingente a la jugada, sin esperas.

·             Ilusión de control: los avances y la posibilidad de bloquear alguna figura, hace pensar al jugador que el juego depende de su habilidad, que puede controlar el resultado.

·             Capacidad de fascinación específica: luces, sonido, música y monedas que caen.

María es una ciudadana latina residente en Estados Unidos que nunca tuvo que ver con el mundo del juego de azar. Trabajadora, esposa y madre ejemplar. Logró, con mucho sacrificio, ahorrar durante varios años para asegurarse una aceptable estabilidad económica. Un día visitó a sus familiares en su país de origen y uno de los principales “tours” que le daban era la visita a los casinos, buena comida, bebidas y discotecas. De vez en cuando, la invitaban a jugar “socialmente” las maquinitas. La primera vez ganó y se emocionó. Siguió jugando y el juego la atrapó. Lo que nunca imaginó fue que, sin darse cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, lo que empezó como una simple diversión marcó su vida para siempre. Se involucró tanto con el juego, que sus sueños se esfumaron de la noche a la mañana. Se divorció y perdió su casa. Actualmente, su adicción es tan obsesiva, que suele viajar varias horas en auto para ir a los casinos de otros Estados.

La enfermedad es engañosa y le hace creer al jugador que sus malas rachas son temporales y que su suerte puede mejorar. “HOY ES MI DÍA DE SUERTE”. Cada mañana, desde hace aproximadamente diez años, Sebastián, mecánico de 35 años, casado y con dos hijos, repite la misma letanía en un intento de zafarse de ese mal de ojo que le ha convertido en un perdedor. A hurtadillas toma prestadas del monedero de su mujer los últimos 80 dólares que quedan para acabar el mes. Esta vez, se repite como excusa al cerrar la puerta de su casa, todo va a cambiar. Volveré con tanto dinero, que no se lo va a creer y las cosas volverán a la normalidad. En el casino más cercano se dirige hacia la máquina tragamonedas. Empieza el desafío. Horas más tarde, lo ha perdido todo. La excitación por el juego se desvanece y Sebastián  vuelve a casa con la misma frustración y desesperación que desde hace años dominan su existencia.

“No lo puedes evitar. Has perdido tu trabajo, el respeto de tu familia y de tus amigos. Estás arruinado, pero sigues jugando y jugando, porque crees que te ayudará a recuperarlo todo y lo único que estás consiguiendo es perder la dignidad. Yo era rico, tenía una casa valorada en 320 mil dólares y me la jugué dos veces. Mis hijos han tenido que comer de la caridad pública y yo he apostado en las máquinas el dinero prestado para comer un día”, recuerda Mariano, un jugador que dedicó quince años de su vida al juego.

Berta tiene 30 años, es casada y trabaja como camarera en un hotel muy cercano a un casino. Después de su jornada laboral hace su respectiva visita al lugar. “La mayoría de las amigas que tengo aquí tienen la misma rutina que yo. Hacen una parada estratégica después de la oficina para jugar antes de ir a preparar la cena en casa. Yo, como no tengo hijos y mi esposo trabaja hasta las 8:00 de la noche tengo  la oportunidad de quedarme hasta un poco más de las siete de la noche y llegar con tiempo para recibirlo con un buen platillo. Conozco mujeres que inventan excusas y hacen ‘trampas” a la familia para poder asistir al casino”.

Dora tiene 48 años y es diseñadora de ropa interior y trajes de baño. Sin problemas, reconoce que su adicción al juego alcanza niveles patológicos. “Ay, cómo me gusta ir al casino. Voy casi todos los días y es más lo que pierdo que lo que gano. Soy adicta a las maquinitas. Cuando entro en esos sitios es como si perdiera el conocimiento y el juicio, me desconecto de la realidad y no me relaciono con nadie que no sea la máquina que tengo en frente. Yo digo que voy a desestresarme pero es mentira, salgo con los pelos de punta. Es que las mujeres vamos porque no hallamos qué hacer y más las de mi edad, que no podemos estar por ahí buscando muchachitos ni metiéndonos en una discoteca. Al menos en el casino uno no está haciendo nada malo. A veces pienso que mi marido me va a botar si sigo jugando. Una vez dejé de pagar la casa, el carro y el mercado para irme a jugar. Y fue terrible porque tuve que pedir prestado y me endeudé el doble. Evidentemente, en mi caso esto es una enfermedad. Yo quisiera conversar con algún especialista que me quite esta  adicción, porque sino voy a parar en loca”.

Un adicto en recuperación compartió su experiencia: “Después de que llegaron a mi país las máquinas tragamonedas, hace años, jamás les preste atención, es más, estaba cerca de casa y nunca acudía, hasta que me invitó mi vecino y acudimos primero al bingo, donde me gané con un dólar 800 dólares en una sola noche y ese fue el primer día. Ya después, acudí y entré a la sección de máquinas tragamonedas, de donde no salí hasta que me quedé sin un dólar. Que importa pensé, me recuperaré mañana y así tomaba el dinero del gasto diario, de los alimentos, de mis hijos en la universidad, y los gastos eran fuertes. Así llegó el momento en que los tuve que sacar de la universidad particular para ingresarlos en la del gobierno, porque ya no podía con tanto juego en las máquinas tragamonedas, eso gradualmente en tres años consecutivos.

Primero me quedé sin el negocio de restaurante que tenía. De mis tres autos, vendí uno, luego el otro y así, el de mi esposa lo empeñé y lo que me dieron lo fui de inmediato a jugar a las máquinas tragamonedas y en una semana lo dejé, no gané nada. Tenía varias tarjetas de crédito y las vacié. No las pude pagar y eché por tierra mis veinte años de historial crediticio impecable. Llegué  al punto de tomar dinero de las colegiaturas para las máquinas tragamonedas y el bingo y nada, entonces, me encomendé a Dios, le rogué por mi familia y yo, entonces, le pedí un milagro y así, me levanté al siguiente día, e hipotequé la casa, y me fui al casino, pero no jugué en las máquinas tragamonedas, si no que para recuperar todo, decidí apostar toda mi hipoteca en la carrera de perros y los caballos y así fue como en dos días perdí mi casa en el juego”.

Sus maridos se jugaban en una noche entre 4 mil y 5 mil euros en el casino. Ahora, una sentencia del Tribunal Federal Alemán obligó a la sala de juegos a devolver a las mujeres el dinero que perdieron sus esposos. Con una tarjeta de crédito aumentaban su capital, que después era invertido y la mayor parte de las veces también perdido, en las máquinas tragamonedas. Los dos hombres sabían de su Ludopatía y habían realizado el trámite que obliga al casino a ser especialmente cuidadoso con este tipo de jugadores: escribieron una carta a la dirección pidiendo que no se les permitiera la entrada en las salas de juego.

Esta carta funciona como un contrato que se cierra inmediatamente entre el casino y el jugador. Por ley, los casinos están obligados a controlar a los jugadores bloqueados, y a advertirles de los daños que pueden acarrear sus apuestas de esa noche. La última sentencia del Tribunal Federal va más allá en las responsabilidades de las empresas de juego para con sus clientes, y obliga al casino a rembolsar al cliente el dinero perdido al considerar que no hizo todo lo posible por evitar el juego.

Un domingo fui a un centro comercial en la ciudad de Panamá. Observé que en uno de los locales había una sala de máquinas tragamonedas. Entré y me sorprendí al ver una cantidad considerable de empleados de los almacenes, supermercados y negocios cercanos jugando maquinas tragamonedas en su hora de almuerzo. A la mayoría se les veía una cara de desesperación y desconsolación. Me imaginé, con tristeza, a estos empleados regresando a sus puestos de trabajo atribulados por haber perdido el poco dinero que tenían y quizás con pocas ganas de seguir trabajando, afectando sin duda, su productividad laboral. Más aún, me pregunté si parte de ese dinero que jugaban era parte de la comida de sus hijos.

Con el tiempo no será necesario salir de la casa para ir a un casino. Póngale mucha atención a esto: una nueva tecnología se está introduciendo para las apuestas a través de dispositivos inalámbricos. El juego móvil permitirá que los clientes de los casinos apuesten al blackjack, a la ruleta o jueguen con las slots en zonas no tradicionales, como al lado de la piscina, en su cama, en la playa, o en la oficina.

Los jugadores podrán instalar las cuentas con los casinos para jugar en forma móvil. La empresa Cantor gastó más de 400 millones de dólares para desarrollar la tecnología utilizada para el bono interactivo inalámbrico que se comercializa en Wall Street.  Además de Cantor, International Game Technology y Fortunet han conseguido licencias de fabricación y distribución.

Solamente Fortunet tiene un dispositivo de juegos móvil en el laboratorio de la junta de control junto con Cantor. Los fabricantes de slots están concentrando sus esfuerzos en desarrollar slots basadas en servidores, las cuales los analistas de la industria creen que serán la nueva moda. En el 2006, la empresa firmó un acuerdo con Las Vegas Sands Corp. para colocar los dispositivos de juego móvil en los casinos The Venetian y en Palazzo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Campaña de la Universidad de Panamá contra la ludopatía

La Clínica Psicológica y de Desarrollo Humano de la Facultad de Psicología de la Universidad de Panamá, bajo la coordinación del Profesor Fabio Bethancourt, realizó el pasado 18 de octubre de 2012 una campaña de concientización a la población panameña con el lema "¿Cuánto conoces acerca de la ludopatía?"



Este evento se llevó a cabo en la Terminal de Transporte de Albrook en la ciudad capital, con la participación de estudiantes de la Facultad de Psicología, quienes repartieron material informátivo y le explicaron a las personas que es la ludopatía, sus causas y consecuencias, así como la forma de aplicarse un autoexamen para detectar si presenta síntomas de jugador patológico.



Uno de los aspectos más relevantes de esta campaña fue el ofrecimiento de ayuda profesional por parte de la Clínica Psicológica a aquellas personas que presenten síntomas de jugadores patológicos, llamando al teléfono 523-7471 en un horario de 8.00 a.m. a 5.00 p.m. de lunes a viernes. También pueden escribir a clinica.psicologica.up@gmail.com