Recibí recientemente el siguiente comentario de un lector como respuesta a la publicación "Ludopatía y Suicidios":
"La temática tratada, es correcta, me hace llorar, quiero salir de este vicio y no tirarme de ningún tren, ni de un tiro. Pero como Ud. dice el gobierno no hace nada por esto, el que se quiere curar es difícil, si en cada esquina hay un casino para entrar, por donde caminas hay uno, no entiendo, porque hay tantos y no se controla, hay que hacer algo por esto. Y yo quiero salir de esto". (Anónimo)
Se me hace obligante reflexionar profundamente sobre este tema, que en realidad demuestra fehacientemente el daño, algunas veces irreparable, que puede producir la ludopatía si no es detectada y tratada a tiempo.
En primer lugar, tenemos que aceptar, por ahora, la indiferencia total del Estado hacia un creciente problema de salud pública como lo es la ludopatía. Los gobiernos han optado por dejarse seducir del poder político y económico de los grandes emporios que controlan los juegos de azar y abandonado a su propia suerte a las personas que padecen de esta enfermedad.
Por lo anterior, no debemos poner muchas esperanzas en que el Estado tome medidas adecuadas para proteger a su población de este cáncer moderno que está destruyendo a la sociedad. Esto nos lleva a señalar que una recuperación efectiva dependerá de las acciones que emprenda el propio individuo, lógicamente con el apoyo que le puedan brindar los profesionales de la salud, su familia y amigos. Pero en principio, es el mismo afectado que tiene que dar el primer paso de muchos que debe seguir para poder dejar atrás este infierno que vive. Siempre insistimos de que la recuperación es un proceso que no se logra de la noche a la mañana. Es largo y lento. Hay que ser paciente y persistente.
Hay que buscar la forma de romper esa cadena que se inicia con las apuestas, luego sigue con la ruina económica, la desintegración familiar, la pérdida del empleo, los actos delictivos, entre otros, para luego pasar a la depresión que es lo que puede llevar en última instancia al suicidio.
¿Cómo puede romperse esa cadena?A lo largo del tiempo está demostrado que el primer paso que debe dar una persona para iniciar su proceso de recuperación es
RECONOCER CON HUMILDAD Y DE MANERA SINCERA Y HONESTA QUE SU VIDA HA SIDO INGOBERNABLE debido a su forma irracional y descontrolada de apostar. Reconocer que ya no es un jugador social sino que ha cruzado la línea y se ha convertido en un jugador patológico o ludópata. Reconocer que si continua jugando o apostando, irremediablemente caerá en una fase de depresión profunda que lo puede llevar al camino sin retorno del suicidio.
Quiero ser honesto con ustedes mi estimados lectores. Suena muy bonito y romántico lo que les acabo de señalar, pero creánme que si hay algo muy duro y difícil para un ludópata es dar este primer paso. Conozco de personas que se están recuperando que les ha llevado años en dar este primer paso, inclusive, han recaído en algún momento y se han vuelto a levantar. Lo importante es que si lo dan empezaran a ver resultados que mejoraran su calidad de vida. Y cuando hablo de calidad de vida no me refiero únicamente a la calidad de vida material, sino también a la calidad de vida espiritual y moral.
INTÉNTELO.
Cuando la persona ludópata haya dado ese importantisimo primer paso, inmediatamente tiene que entrar en una abstinencia total y absoluta con respecto a las apuestas. Tiene que acostumbrarse a pensar que para ella, hacer una apuesta significa tomarse un veneno: APUESTAS = CIANURO. Si usted toma cianuro se muere. Si usted apuesta también mueren todos sus sueños y esperanzas de tener una vida plena y llena de cosas buenas.
Empiece a cambiar su forma de pensar y actuar. Empiece a cambiar su estilo y patrones de vida. Busque ayuda profesional, empiece a revisar su parte espiritual, hable y apóyese en su familia, maneje la menor cantidad de dinero posible (salga de su casa con el dinero que realmente necesite para atender sus asuntos).
Un consejo importante. Alejese de personas, lugares o cosas que guarden relación con el juego. Si una persona lo invita a un casino o sala de apuestas, digale que NO y adviertale que usted ha dado su primer paso en la recuperación. Si la persona insiste, definitivamente que no lo aprecia y lo quiere ver siempre metido en un pozo profundo. Si usted tiene que pasar cerca de un casino para ir a su casa o su trabajo, busque una ruta alternativa lo más lejos posible de esas engañosas luces de neón que lo incitan a entrar y tomar nuevamente el CIANURO. Cuando se vea tentado a entrar a estos sitios no deje de recordar que jugar ya no significa para usted música, alegría y romance. Solo le trae enfermedad, desolación y ruina.
Otro de los grandes problemas que tiene un ludópata son las grandes deudas que adquiere. Uno de los principales motivos por los que esta persona decide suicidarse es por la impotencia de poder hacerle frente a estos pagos. El ludópata tiene el pensamiento mágico de que un día dará un golpe de suerte y ganará tanto dinero que podrá pagar todas sus deudas y todo volvera a la normalidad. Pues le tengo una mala noticia. "ESO NUNCA SUCEDERÁ". No sucederá porque usted no está tratando con novatos. Los casinos y salas de juego tienen todos los recursos financieros y humanos ilimitados a su disposición para que usted pierda mucho y si gana, gane poco. Ellos no se pueden dar el lujo de perder, eso es pecado para ellos. Tómese un tiempo y busque las estadísticas de dinero apostado en los últimos cinco años en juegos de azar en su país. No debe sorprenderle que sus ganancias estén creciendo geométricamente y lo seguirán haciendo, con su dinero, con la comida de su familia, con la cuota del colegio de su hijo, con la planilla de los empleados, con su salario, etc. etc. etc. DESPIERTE DE ESA PESADILLA. El mejor consejo que le puedo dar es que se acerque a sus acreedores y les diga la verdad. "NO LES HE PODIDO PAGAR PORQUE SOY UN ADICTO A LOS JUEGOS DE AZAR". Demuestrele con hechos que usted esta dispuesto a dejar toda esa pesadilla atrás y que realmente ha iniciado su proceso de recuperación. Quizás usted piense que ellos lo insultarán, le gritaran y que otras cosas le harán. Quedará sorprendido cuando se de cuenta que ellos entenderán su situación y estarán dispuestos a llegar a un arreglo con usted siempre y cuando les empiece a pagar dentro de un arreglo justo y sus posibilidades económicas. Pasará el tiempo, y sin usted darse cuenta habrá pagado sus deudas y se sentirá liberado.
CREE USTED QUE VALE LA PENA BUSCAR LA VIA DEL SUICIDIO SIN INTENTAR EL INICIO DE SU PROCESO DE RECUPERACIÓN. PIENSELO Y REFLEXIONE. YO PREFERIRÍA ESTA ÚLTIMA OPCIÓN. SÁLGASE DE ESE POZO. AÚN ESTÁ A TIEMPO.