La adicción al juego, aunque sea incurable como enfermedad, se puede controlar. Piense por ejemplo en la diabetes. Es una enfermedad que las personas que la padecen la tendrán por el resto de sus vidas. Sin embargo, si usted acude a su médico y sigue sus indicaciones, su calidad de vida será satisfactoria.
Con la rehabilitación las personas pueden recuperar todo aquello que dejaron y que les gustaría volver a tener. Con la recuperación se interrumpe el deterioro progresivo que es típico de este desorden y comienza un restablecimiento constante en las áreas de vidas afectadas. La rehabilitación no es fácil y como la adicción es una enfermedad primaria de naturaleza crónica existe una tendencia natural a la recaída que hace necesario el mantenimiento diario del proceso de recuperación.
La abstinencia total es un paso necesario para la recuperación, que además, se debe acompañar con una nueva forma de pensar y de actuar, así como de cambios en sus estilos y patrones de vida. Si se procede de esa forma, se apreciaran los rápidos resultados de una recuperación satisfactoria y en franca mejoría, que le darán un nuevo sentido a la vida del adicto.
Los siguientes "tips" ayudarán al adicto a sobrellevar con mayor facilidad su proceso de recuperación:
Pídale ayuda a un Poder Superior
Este es el primer paso de los programas de Jugadores Anónimos, porque se reconoce la parte espiritual del hombre y su necesidad de un poder superior, como quiera que este poder se conciba (ya sea usted cristiano, evangélico, islamista, budista, hare krishna, confucionista, entre otros). Cuando hay una recuperación verdadera y duradera, hay un momento de gracia en el cual el adicto vuelve su corazón a ese poder superior y le pide ayuda. Es esta experiencia espiritual la única capaz de convertir al adicto en un ser libre.
Apóyese en su familia
Dentro del campo terapéutico y preventivo sobre la ludopatía, la familia es uno de los elementos más importantes para la recuperación del adicto. La implicación del entorno familiar en su propia rehabilitación no solo es una medida de apoyo, si no que, a la vez es un instrumento de autoprotección y de nuevos recursos tanto para encarar la rehabilitación y los cambios que implican.
Busque ayuda profesional
Es difícil que un adicto al juego pueda salir de su enfermedad solamente con su voluntad. La ayuda de los profesionales de la psiquiatría y psicología debe ser bien valorada. Las opciones de tratamiento de la ludopatía incluyen psicoterapia individual y grupal, medicamentos y grupos de apoyo y autoayuda, como Jugadores Anónimos (Gamblers Anonymous), un programa de doce pasos, similar al de Alcohólicos Anónimos (Alcoholics Anonymous).
No maneje dinero
Para un adicto al juego el tener dinero disponible se constituye en un disparador automático que lo llevara a jugar de manera incontrolable hasta perderlo todo. Por esta razón es recomendable que tenga en su bolsillo lo mínimo indispensable para sus gastos básicos. Consígase a una persona de confianza que le administre su dinero y le haga los pagos de sus principales compromisos (casa, comida, colegiatura de los hijos, deudas etcétera).
Solicite su autoexclusión voluntaria de las salas de juego
Protéjase. Entre a un Programa de Autoexclusión Voluntaria de las Salas de Juego. Si realmente un jugador compulsivo desea iniciar su proceso de recuperación de la adicción al juego, lo primero que tiene que hacer es esto. Es difícil, más no imposible. En la práctica, el adicto al juego se niega está oportunidad, porque aún no reconoce su problema. Si usted, o algún familiar o ser querido está en esta situación, lo invito a que lo haga. Quizás su vida empiece a cambiar.
Evite la primera jugada
Si usted no hace esa primera jugada, nunca recaerá. Una jugada es excesiva, pero veinte pueden no ser suficientes. No piense en dejar de jugar abruptamente, solo piense en evitar únicamente una jugada: la primera. Esa primera jugada aprieta el gatillo para disparar la compulsión de jugar más y más hasta encontrarnos en serios problemas por su causa.
Use el plan de las veinticuatro horas
Las promesas de no jugar más a largo plazo generalmente no funcionan para el adicto al juego. Da mejores resultados decir simplemente “solo por hoy no voy a jugar”. Solamente posponga la próxima jugada. Viva el presente para permanecer limpio, esto funciona maravillosamente. Sin darse cuenta tendrá muchísimas veinticuatro horas sin jugar.
Nunca olvide que la ludopatía es una enfermedad incurable, progresiva y fatal
Si desea mantener una buena salud física y mental evite lo que le hace daño. Acepte la realidad de que tiene una enfermedad incurable y que debe tratarla. Si usted desea recuperarse tome su tratamiento, siga las direcciones y continúe viviendo.
Viva y deje vivir
Vale la pena hacer un esfuerzo muy especial para tratar de entender a las otras personas, especialmente aquellas que nos mortifican. Para la propia recuperación del adicto, es mucho más importante comprender que ser comprendido. Nadie debe criticar a otra persona cuando hubiésemos caminado un kilómetro con su zapato. Deje que las otras personas vivan en la forma que deseen.
Apóyese en la oración de la serenidad
Coloque sobre la pantalla de su computadora, en la pared de su recámara o en su cartera la oración de la serenidad e invóquela cada vez que se quiera fortalecer espiritualmente:
Cambie las antiguas rutinas
Cambie todas las actividades que se asocien con el juego. Evite lugares, personas, y cosas que tengan que ver con el juego. Establezca nuevas rutinas sanas. Asista a las reuniones de grupos de autoayuda (Jugadores Anónimos), camine y haga ejercicios, lea, asista a museos y galerías de arte, retome todas las pequeñas tareas que abandonó (arreglar la casa, arreglar los papeles, contestar los emails, etcétera), ensaye un nuevo hobby o entretención (costura, carpintería, deportes, escritura, canto, guitarra, baile, pesas, cine etcétera.), tome un curso de algo (inglés, informática, historia, etcétera), ofrezca sus servicios voluntarios para causas humanitarias, mejore su apariencia personal, etcétera.
Consiga un patrocinador o padrino
En la recuperación es importante tener al lado una persona de confianza con quien hablar y contarles nuestras rutinas diarias. Si al jugador lo ataca la compulsión puede recurrir o llamar a esta persona y conversar sobre la situación.
Descanse lo suficiente
Es importante organizar sus vidas en un horario saludable que permita un horario de descanso regular. Duerma ocho horas, trabaje ocho horas y dedíquele ocho horas a usted y a su familia.
Lo primero es lo primero
La primera prioridad en la vida de un jugador en recuperación es mantenerse lejos del juego. Hay que tomar todas las medidas y precauciones que sean necesarias, a pesar de todos los inconvenientes, para no jugar.
Evite la ira y resentimientos
La ira en todos sus aspectos es un problema humano universal. Pero representa una amenaza especial para los jugadores. La hostilidad, las peleas y los resentimientos los pueden hacer jugar nuevamente. Cuando sienta que va a caer en la ira, deténgase un momento e invoque la oración de la serenidad. Esto lo ayudará mucho.
Tómelo con calma
En la nueva vida de sobriedad hay que ser paciente. Elabore una rutina como ayuda para mantener sus metas dentro de los límites realistas y dentro del alcance de su posibilidad. No se acelere, haga lo que pueda.
Recuerde siempre su última recaída
Esto los ayudará a no cometer los mismos errores del pasado. Recuerde que jugar ya no significa para el jugador música, alegría y romance. Solo trae enfermedad, desolación y ruina.
Practique los doce pasos del programa de jugadores anónimos
1. Admitimos que éramos impotentes ante el juego, que nuestra vida se había vuelto ingobernable.
3. Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios tal como lo concebimos.
4. Sin miedo hicimos un detallado inventario moral y financiero de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras facetas.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.
7. Humildemente le pedimos que nos quitase nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos hecho daño y estuvimos dispuestos a enmendarlo.
9. Enmendamos directamente el daño causado a aquellas personas siempre que nos fue posible, excepto cuando al hacerlo perjudicaría a ellos o a otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos rápidamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, tal como lo concebimos, pidiéndole solamente son su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla.
12.Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos pasos tratamos de llevar este mensaje a los jugadores y de practicar estos principios en todos los aspectos de nuestra vida.
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años