viernes, 30 de noviembre de 2012

Ludopatía y suicidios

La ludopatía es más grave cuando nadie la reconoce como problema de salud pública. El juego es para el jugador la ilusión de un  premio, para el Estado parte de sus finanzas,  para los dueños de las salas de juego, lucro incesante, y para algunos que lo pierden todo, el suicidio.

En Canadá, ocurren entre 200 y 400 suicidios por año que están relacionados con el juego. Un estudio llevado a cabo en 2003 en el Centro de Investigación y Prevención del Suicidio de la Universidad de Hong Kong, determinó que los problemas económicos relacionados con las apuestas incidían en más de uno de cada cuatro de los suicidios ocurridos precisamente en Hong Kong. En Venezuela, según reportan las estadísticas, 5% de la población adulta sufre de ludopatía, y de ese 5%, el 15% es propenso a cometer suicidio. En Colombia hasta 90% de los ludópatas piensan en el suicidio como solución a sus problemas familiares y sociales, a sus deudas. De ellas, un 50% lo intenta y entre 10-20% muere por esta causa.

Un intento de suicidio causó conmoción en un lugar público. Hasta allí no parece haber nada extraordinario, y más tomando en cuenta la frecuencia con la que se dan los auto atentados, con la cotidianidad en que los suicidios consumados aparecen en las noticias. El caso en referencia alude a una mujer de 41 años que intentó quitarse la vida dentro del baño de un local de apuestas; todo indica que se trataba de una ludópata que al ir perdiendo decidió terminar con su vida.

En otro caso, Jesús era representante comercial para Colombia y Ecuador de una empresa multinacional de productos de aseo personal. Cada vez que iba a Cali solía jugar en los casinos del centro. Su madre recuerda que una vez se quedó tres días en la ciudad, supuestamente finiquitando unos negocios. Llegaba a la madrugada a la casa y al mediodía volvía a salir. Así lo hizo dos días y dos noches hasta que la tercera noche, ya de madrugada, llegó a su casa y se disparó un tiro en la cabeza.

Le había jugado 16 mil 500 dólares a las cartas y la ruleta y los había perdido. La primera noche perdió 4 mil dólares, la segunda noche 8 mil dólares. Y, la tercera, se jugó el dinero que había recogido de la compañía, tratando de recuperar lo que había perdido las dos noches anteriores. La única salida que encontró a su tragedia fue el suicidio.

Franco Grassi, un italiano de 56 años, se suicidó y asesinó a su mujer y su hijo, debido a la depresión que le había causado la pérdida en el juego. Desde hace algún tiempo apostaba enormes cifras a la Lotto de Venecia. Igual le ocurrió a una mujer, que se suicidó arrojándose desde el balcón de su casa después de haberse gastado todos los ahorros de la familia en el juego de la Lotto, como confesaba en una carta dejada al marido.

A Juan Carlos la ludopatía lo destruyó. Se aproximaba la noche buena, faltaban tres días para ese día. Juan Carlos era un hombre con principios y de una familia ideal. Caminaba por el centro de la ciudad y de casualidad paso por la puerta de un casino. Él era un jugador esporádico o lo que le llamamos jugador social, esos que prueban suerte una vez al año. Sin darse cuenta que el gran monstruo lo iba a atacar, entro a la sala de juego y se sentó a jugar las ruletas electrónicas. Él nunca se  imagino el final. En tres horas de juego había perdido todo el dinero destinado a las fiestas navideñas de su hogar, tanto el efectivo que llevaba y el dinero que sacó del cajero automático que estaba en el casino.

Tomás su hijo de 11 años esperaba una playstation (videojuego), su hija Camila de 6 años esperaba su primera bicicleta a rueditas y su esposa un nuevo televisor. La tarde del 24 de diciembre fue muy desesperante, por lo cual recurrió a un amigo del trabajo al cual le pidió dinero prestado, el cual le dieron, pero seguía siendo muy poco para lo que tenía que hacer. Volvió a jugar lo prestado y el diablo no le perdonó y perdió todo. Perdió a su mujer, a sus hijos y también perdió su vida cuando decidió lo peor, paso el tren y se tiró.

4 comentarios:

  1. La temática tratada, es correcta, me hace llorar, quiero salir de este vicio y no tirarme de ningún tren, ni de un tiro. Pero como Ud. dice el gobierno no hace nada por esto, el que se quiere curar es difícil, si en cada esquina hay un casino para entrar, por donde caminas hay uno, no entiendo, porque hay tantos y no se controla, hay que hacer algo por esto. Y yo quiero salir de esto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Le recomiendo mi última publicación "Esperanza para un ludópata". Se que le ayudará mucho.

      Eliminar
  2. Reciban un cordial Saludo. En verdad este contenido me ha bajado de una Nube muy alta. Pienso que soy un Ludópata y gracias sus aportes, me inicié aqui en Panama, desde hace un años mas o menos. Todo por vuscar una alternativa de diversión o entretenimiento en mis pocos tiempos libres. Mi sentido del pensamiento y percepción con respecto a la vida que he estado llevando ha dado un giro completo. Gracias, que DIOS los Bendiga. Si en algo puedo servir para ayudar a personas con este problema aqui en Panamá, no duden en hacermelo saber.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JR lo importante es que te hayas dado cuenta a tiempo de que tienes señales de ludopatía. Me alegra que estes pensando en un giro completo positivo de tus acciones con respecto aljuego, y más que todo buscar un mayor crecimientp `personal alejado de todo lo que signifique jugar. En un principio parece imposible, pero te darás cuenta con el tiempo que ha valido la pena intentarlo. Mi primer consejo es que te alejes de personas y lugares relacionados con el juego y le dediques más tiempo a diversiones sanas y placenteras como salir de paseo con la familia, leer un libro, y más importante, como tu lo has señalado, ayudar a otras personas a salir de este flajelo social que se llama ludopatía.

      Eliminar

Les agradezco sus comentarios sobre la temática tratada.